No te pongas así que no es por ti, te cuento.
No sé si a ti te pasa, pero hay muchos días del año en que me levanto y me siento muy listo.
(Lo digo pavoneándome y sacando mis plumas. No mi pluma, mis plumas).
Una actitud bastante idiota por mi parte, lo sé, el ego puede ser nuestro peor enemigo.
Lo bueno es que cuando te sientes así a menudo, a veces te pegas una o*tia que no te queda más remedio que bajarla cabeza y mantener perfil bajo.
Relajarte un poquito, vamos, que no somos nadie.
Porque cuando te crees muy listo y sabes que el porrazo no tardará en llegar, cuando te lo das, te haces consciente de que eres analfabero en casi todo.
Te lo digo porque muchas veces, cuando no nos sale algo por más que lo intentemos, no es porque seamos tontos aunque podamos sentirnos así.
Es porque no tenemos ni idea de casi nada.
Y cuando llevas un tiempo dándote golpes contra la misma pared, de repente un día se te abre un camino nuevo que te hace ver que existe otra forma de hacer las cosas.
Quizás la nariz te empiece a picar como signo de que debes seguir tu intuición.
Y cuando comienzas a ver resultados que te ahorran tiempo y dinero, te preguntarás por qué no habías encontrado ese camino antes.
Los que no han intentado nada en su vida te dirán que es suerte.
¿Suerte?
Suerte fue encontrar ese camino cuando estabas preparado.
El éxito viene cuando haces caso a tu intuición.
Y si la nariz te pica y te dice que apuntarte a mi lista puede ser una buena idea, a lo mejor quieres dejarme tu correo aquí: