Hay un libro que te recomiendo encarecidamente porque te dará más lecciones de venta, de negocio y de relaciones personales que cualquier curso de marketing.
El libro es “Nunca comas solo”, del gran Keith Ferrazzi.
(Lo digo como si fuese mi colega y ni le pongo cara)
Y en ese libro encontré la historia en la que me inspiro para escribir este texto:
Atiende.
El Dalai Lama es el líder espiritual del budismo tibetano.
Él escapó del Tíbet para huir del ejército chino a finales de los 50 y desde entonces:
- ha recaudado millones de euros para su causa
- ha compartido conversaciones oficiales con políticos como Barack Obama
- y ha persuadido a famosos como Richard Gere
¿Qué hace el Dalai para seducir a su audiencia?
Pista:
- no presume de sus 87 años de experiencia
- ni de su Nobel de la Paz
- ni de que lleva reclamando la paz mundial desde 1959
Y no, tampoco ha ido a First Dates para seducirles ni utiliza los logos de sus clientes anteriores.
El Dalai tiene un discurso de venta que permite que todos los “clientes” a los que quiere atraer para su causa, se identifiquen.
(Ojo a relaciones venta y espiritualidad, igual hay más de uno echándose las manos a la cabeza)
Él habla de preocupaciones comunes a todo el mundo.
De basar nuestra felicidad en la satisfacción personal y no en la material.
De crear relaciones verdaderas con otras personas.
De meditar para sufrir menos.
No les dice a sus seguidores “sé cómo te sientes, yo he estado ahí”.
Tampoco los segmenta; no dice “Si son veganos, les meto en la lista A; si meditan les meto en la lista B”.
Y le da igual si a algunos le parece un perrofláutico.
Mi sistema de escritura persuasiva sigue esos mismos pincipios para que adhieras a tu causa al tipo de cliente con el que te gustaría trabajar.
Para conocerlo, tienes que suscribirte a mi lista.
Tampoco es que te garantice millones de euros ni una cita con Richard Gere, ya me entiendes: