Con las temperaturas tan raras que tenemos en los últimos tiempos, casi cualquier época viene bien para tomarse un vasito de gazpacho.
¿Eres más de salmorejo? Oh, disculpa…
Yo según el día: el gazpacho suele entrarme mejor porque es más ligero, aunque el salmorejo tiene un saborcillo que…ais…
Bueno, supongo que no has venido aquí a que te enseñe a hacer gazpacho ni a leer un ensayo sobre mis gustos culinarios, así que te cuento.
Si tú vas al supermercado, puedes elegir entre varias marcas de gazpacho.
Allí sueles tener varios gazpachos de marca blanca por menos de 2€ y cuando no conoces otra cosa y los pruebas, piensas:
«Ñam ñam, este gazpachito no está mal.
Quizás está algo aguado y el AOVE no es muy virgen ni muy extra…pero está rico y se deja beber»
Aunque tu experiencia de usuario es aceptable, tampoco es para tirar cohetes.
Cuando quieres salir del paso, si la competencia gazpachera es baja o si tu paladar no es muy selecto, tampoco te pones exquisito.
Sin embargo, quizás pasan los días y la calidad del gazpacho se convierte en una prioridad para ti.
Cada vez hay más opciones en el mercado piensas:
«Se me está poniendo el paladar tan fino que a partir de ahora, no me sirve cualquier gazpacho. Quiero comparar entre unos y otros para comprar el mejor»
Entonces vuelves al super a hacer tu investigación de (super)mercado y te topas con el de Alvalle.
Cuesta 4 euros y te pones a investigar los ingredientes, por si lleva pepitas de oro o si el envase está tallado en diamante.
Al final lo compras porque te parece de mejor calidad y cuando llegas a casa y te sirves un vasito, sientes cómo se desliza por tu paladar…
Menuda explosión de sabor… menudo orgasmo culinario… qué placentera está siendo tu experiencia de usuario….
No sabes el porqué, no sabes cómo explicarlo, sí sabes que a partir de aquella epifanía, no verás al resto de gazpachos con los mismos ojos.
Aquello no lo puedes olvidar y cada vez que vuelves al supermercado, pones ojitos al gazpacho de Alvalle.
Ahora imagina que vendes un gazpacho de la mejor calidad y que tu cliente tampoco puede probar tu producto antes de comprarlo.
¿Qué opciones te quedan?
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