Un tío durísimo, te cuento:
Me escribió ayer una mujer rumana por LinkedIn que no hablaba español en una petición de amistad…
… para decirme que su misión era ayudar a copywriters a facturar hasta 15.000€ al mes en menos de tres meses con su método probado con el que cualquier copywriter podría facturar +100.000€ al año.
(No le pregunté por su visión y sus valores para ver si nos alineábamos, pero su misión la tenía clara)
Vamos, que no me conocía de nada y ya me quería meter boca.
Si es que no se puede ser tan atractivo… ¿sería por lo rojizo de mi pelo?
Quise mantener la TNSNR (tensión no sexual no resuelta) así que en vez de hacerle la cobra de inicio, me mantuve a una distancia prudente de sus labios.
Y mientras la “miraba”, le pregunté cuándo facturaba ella.
Su respuesta hizo que nuestros labios se alejasen:
“Bueno, lo hice en su día y ahora estoy centrada en ayudar a otros copywriters a conseguirlo”
Pues vaya… sacrificando ingresos por el bien común, qué altruista, ojalá los ministros y las eléctricas.
Luego le hice la cobra.
Hablando de cobras….nah, es broma.
Te cuento esto porque en tu proceso de venta debes respetar los tiempos del cliente:
Es difícil que triunfes si le metes boca cuando apenas te conoce.
Es difícil que quiera probar tus labios cuando aún no ha mostrado interés suficiente.
Es difícil que quiera comprarte cuando apenas le has generado un deseo o si no le has hecho consciente de que tiene un problema.
Y es difícil que quiera tema contigo si apenas le escribes un email al mes.
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