El domingo estuve en la Feria Vegana.
El puesto más gracioso que encontré fue uno donde vendían vibradores y otros juguetitos sexuales.
No me preguntes por qué hay un puesto de vibradores en la Feria Vegana, si es porque no están testados en animales (no me imagino a una vaca como beta tester) o si es porque tienen forma de calabacín, a saber…
El caso es que hablamos con algunos dueños de negocio que estaban vendiendo sus productos (con los de los vibradores, no) y nos contaron que el sábado aquello había sido un desierto de gente y que esperaban que “hoy” (por el domingo) fuese mejor.
El sábado había hecho día de playa y como en Vigo escasean, la gente prefirió ir allí que a probar vibradores veganos, digo… que a la Feria.
Se quejaban de que la mayoría de personas iban a la Feria para ver qué había y comer gratis (daban degustación de muchos productos)… pero estaban poco dispuestos a gastar pasta.
Queja lógica, teniendo en cuenta que entre el stand, el viaje, la promo, el alquiler de las neveras… hablamos de varios miles de euros de inversión, como para que no te salga a cuenta.
Nosotros estábamos allí a las diez y media de la mañana paseando entre quesos y vibradores… cuando cada dos por tres nos aparecía alguien a ofrecer comida para probarla.
(El famoso lead-magnet)
Si no dije veinte veces a diferentes personas que acababa de desayunar, no lo dije ninguna.
La realidad es que me sabía muy mal decir que “no” todo el rato a alguien (luego me dejé panojita, que conste), porque cada uno de los que recibía un “no” aguantaba estoico con una sonrisa.
¿Quieres probar este queso de anacardos?
No, gracias, acabo de desayunar
¿Quieres probar esta cerveza vegana?
No gracias, acabo de desayunar
¿Quieres probar este vibrador vegano?
¿A estas horas?
Hablaba con uno de mis amigos que lo de recibir “noes” todo el rato es tan duro que ningún ministro lo entendería…
… y tampoco el 99% de personas que no hayan vendido a puerta fría o que no hayan montado un negocio en su vida…
… te lo digo porque yo hace años tampoco lo hubiera entendido y porque a cualquier persona le cuesta enfrentarse al rechazo de que le digan que no, sobre todo si sucede a menudo.
Te cuento esto porque todo el mundo sabe que para recibir algunos “síes” hay que recibir antes muchos “noes”…
…y yo stands con vibradores veganos no monto, pero sí sé formas de escribir un mensaje de venta donde te digan “no” quienes tú quieras que te digan que no y que te digan que “sí” muchas más personas que ahora.
Si vendes vibradores veganos, también te sirve.
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