Estaba un día procrastinando paseando por Linked-In y leí a un diseñador web (y suscriptor) lo siguiente:
Si tienes un negocio unipersonal, lo peor que puedes hacer es contratar a un diseñador para tu logo.
Hay muchas posibilidades de que ese diseñador solo quiera ingresar su (inútil) portfolio.
Tu mejor logo es tu cara.
(Parece que no tiene que ver con el copy pero sí)
Está muy bien que pienses en tu logo pero salvo que seas Coca-Cola y puedas gastar 5.000 M€ al año en impactos publicitarios (casi seguro no es tu caso), el 99% no se acordará de tu logo.
Si la mayoría de tus clientes y proveedores no se acuerdan de dónde te conocieron o del último email que les enviaste…¿se van a acordar de tu logo?
Pues eso.
Mucha gente se preocupa mucho por su logo (yo el primero) cuando una cara se recuerda más fácil que un logo.
Sobre todo si eres muy feo.
(Nota: No digo que no necesites un logo, digo que hay inversiones que afectan mucho más a tus ventas y que deberían ir antes)
Y ahora te cuento algo que me pasó hace tiempo.
Cuando lancé esta web, yo no quería un logo pero alguien me vendió la idea de que no lo necesitaba.
¿Qué pasó?
Que hice caso a ese alguien y le contraté el logo a un diseñador gráfico y una web a un diseñador web… dos personas diferentes que trabajaron de forma independiente.
Con el tiempo y cuando espabilé (un poco, tampoco te creas que mucho), me encontré con un logo que NO me servía porque nada tenía que ver con el diseño de mi web y la forma no era la adecuada.
Volviendo al inicio, el diseñador del post de Linked-In me contó que en una marca digital, tiene sentido hacer un pack de:
- identidad visual (logo, colores, etc.)
- diseño de la web
- modelo de publicación en redes
NO por separado porque forman parte de lo mismo.
Ahora llevémonos esto a tus ventas.
La mayoría de persona cuando buscan un copywriter, le dicen: “Yo quiero que me escribas una web” o “Yo necesito unos emails”.
Es mentira.
Tú quieres vender y crees que quieres una web o unos emails pero la realidad es que…
El “cómo” debe ser esa web o “cuántos” emails enviar y “cómo” organizar tu estrategia de ventas es algo que acompaña a tus textos y que no puedes entender por separado.
El cliente tiene un viaje de compra que el vendedor debe respetar y por eso copy y estrategia son uno.
Si tienes un negocio de marca personal y una oferta pequeña de productos, probablemente en una llamada el copy sabrá decirte si tu idea concuerda con lo que necesitas.
La conversación debería ser:
“Quiero que me escribas una web así y así”
“Ok, me cuadra. Escribiré esto y aquello y te cuesta X.XXX €”
Si tu modelo de negocio es un poco más complejo, no basta con “escribir”.
Tenemos que estudiar dónde te conoce la gente y organizar su viaje desde ese momento hasta que te compra,especialmente si vendes diferentes productos a diferentes clientes que poco tienen que ver entre sí.
Y obvio que eso lleva unas cuantas horas porque debo sentarme contigo a estudiar tu negocio, tu mercado y tu oferta. Se llama asesoría y es de pago.
No te recomiendo contratar un copywriter pensando “solo” en tus textos porque todo es uno: textos y estrategia van a la par y tu propuesta comercial debemos tenerla en cuenta.
No vas a necesitar la misma solución de negocio para alguien que llega a tu web escribiendo tu URL en el buscador, que si llegan empanados mientras navegaban por redes sociales o desde un auncio de Google.
Tampoco para un producto de 100€ que para un servicio de 5.000€ o para un servicio de psicología.
(Pista: no, son viajes del cliente diferentes y soluciones de negocio diferentes)
Todo esto para decirte que si piensas a corto plazo te quedarás con unos textos que no te sirvan de nada.
Como mi logo.
Para empezar con lo nuestro y si necesitas delegar, el primer paso es que te suscribas a mi lista: